En plena era tecnológica nos parece una tontería hacer uso de las cosas que usábamos antes y que con el paso del tiempo parece que se han ido perdiendo, tener cosas de la vieja usanza para muchos es alentador ya que no a todo el mundo se le dan bien las nuevas tecnologías ni todo el mundo quiere cambiarse así de repente. Que perduren muchas de las cosas que usamos desde siempre es una cosa de todos, depende de nosotros que se queden ya que si seguimos dándole uso será más complicado que acaben quitándolas del mercado, por poner un ejemplo yo voy a nombrar el carrito de la compra, seguro que vuestras abuelas y madres tiene uno, y les gusta ir a comprar al mercado los viernes y cargarlo hasta los topes, a pesar de llegar a casa como un burro les gusta eso de ir a realizar su compra semanal, pues bien, si seguimos comprando por Internet y esperando a que nos lo lleven a casa llegara un momento en el que la gente dejará de comprar carritos puesto que no les va hacer falta, así que acabaran desapareciendo por completo.
Ese solo ha sido un ejemplo de los cientos de cosas que puedo enumerar, pero hoy de lo que quiero hablar más en profundidad es de las agendas escolares, seguro que vuestros hijos son de los que las utilizan, la verdad es que debería ser una práctica que no deberíamos dejar que se perdiera, ya que es mucho más beneficiosa para ellos de lo que nos imaginamos. El problema viene en que en muchos colegios el uso de la agenda física va a desaparecer, ya que hay cientos de sitios en los que el uso de la Tablet se esta convirtiendo casi en obligatorio, y claro teniendo un aparato como este ¿Quién necesita una agenda? Pues desde aquí os digo que vuestros hijos, ya que se convierte en un buen hilo de comunicación entre los profesores y nosotros, para estar informados de todo, de reuniones, de si los deberes han ido sin hacer, del comportamiento de nuestros hijos, todo esto sin tener que hacer una reunión. Del mismo modo su uso se basa también en que se acostumbre a llevar sus deberes apuntados, fechas de trabajos y exámenes, y un sinfín de cosas más que llevarán siempre de manera ordenada. La agenda al final no es un mero capricho sino una necesidad para el desarrollo de nuestros hijos, así que no pienses que se convierte en un gasto más ya que hay una buena cantidad de agendas baratas por todos lados.